Almacenamiento de leña y pellets

Desde Chimeneas Llofrío tenemos el firme compromiso de aportar lo mejor de nuestra experiencia a todos nuestros clientes. Por ello, en la entrada de nuestro blog  de esta semana afrontamos una tarea tan importante y a veces tan descuidada como el almacenaje del combustible. Nuestros sistemas de calefacción precisan combustible y a menudo olvidamos que el  rendimiento y consumo de los aparatos o instalaciones dependen en gran medida de factores como la adecuada conservación de los combustibles. Hoy os ofrecemos algunos consejos sobre cómo guardan a buen recaudo nuestra leña y pellets. Esperamos que os gusten.

Almacenamiento de leña y pellets

Consejos sobre el almacenamiento de la leña

La gran mayoría de las especies arbóreas de las que se obtiene la leña tienen un poder calorífico potencial bastante similar, siempre y cuando la leña esté complemente seca. Este es el principio por el cual las maderas más densas por lo general tardan más tiempo en quemarse. Maderas como el nogal, el pino o el roble pueden llegar a arder durante toda la noche.

Como sabemos, el principal enemigo de la leña almacenada es la humedad. Debido a que una gran cantidad de energía se desperdicia con la leña húmeda, se debe emplear en nuestra chimenea, únicamente aquella madera que ha sido curada correctamente y cuyo almacenamiento haya logrado mantener a raya cualquier fuente de agua o humedad.

En cuanto a las condiciones en las que la leña debe recogerse y curarse, existen algunos principio básicos. Adecuadamente, la madera seca se cosecha en primavera y se deja secar durante todo el verano. Como resultado, cuando se examina la madera es de color uniforme, sin ningún tipo de verdor en su superficie. El contenido de humedad del producto final debe ser menor a un 20 % del peso.

Almacenar la madera dentro de casa o al menos bajo techo es casi una necesidad básica, ya que de lo contrario, insectos como las termitas darán buena cuenta de nuestra inversión en combustible para el invierno. Además, al confeccionar la pila, resulta útil cubrir la parte superior, dejando ambos lados abiertos de manera que el aire pueda fluir con libertad. Subir la madera sobre bloqueado o algún tipo de estructura no permeable que aleje ésta del suelo permitirá que la humedad no se acumule en la base de la pila.

 

Cómo almacenar los pellets

Los pellets son el combustible biomasa más vendido en nuestro país. Se comercializan normalmente, en  paquetes de en torno a 20 kg. Para comprobar la calidad del producto, lo más sencillo es la inspección de la bolsa. Si hay un exceso de suciedad y polvo dentro de la bolsa, puede formar obstrucción de la estufa. Para asegurarnos de su correcta manipulación previa a nuestra compra, el polvo dentro de la bolsa no debe ser mayor de la mitad de una taza.

La mayoría de los distribuidores de aparatos de combustible de pellets suelen recomendar proveedores, así como calidades diferenciadas del producto en sí. Actualmente son muchos los test que pasan este tipo de combustibles, por lo que el etiquetado suele indicar cuando el producto es de buena calidad y no contiene aditivos, como por ejemplo productos inflamables empleados en ocasiones para la confección del pellet, y que repercuten en una combustión del pellet acelerada.

Como la humedad de los pellets es menor que la de la leña tradicional, la humedad es un enemigo aún mayor en el caso de estos pequeños trozos de madera. Para evitar que el combustible pierda eficiencia energética, es fundamental seguir todos los consejos puestos en práctica con el almacenamiento de leña. Sin embargo, es importante saber que no debemos mantener los pellets en la tolva si no vamos a utilizar el sistema, ya que puede originar problemas de seguridad. Lo mejor es hacerlo en un lugar seco y resguardado de la intemperie, pero lejos de zonas en las que puedan actuar como acelerante en caso de incendio, por ejemplo, no es conveniente acumular bolsas de pellets en nuestro garaje, junto a nuestro coche.

Carrito de compra
Scroll al inicio